A la vista de los problemas creados por una industria
alimentaria globalizada, empresas y organizaciones de todo el mundo se han
esforzado en diseñar e implementar medidas de reducción, tanto de emisiones como de huella de carbono. A lo largo del proceso de procesado de alimentos, hay varias
fuentes de emisiones de CO2e:
- Producción primaria.
- Procesado y Envasado.
- Distribución.
- Consumo.
Las empresas deben buscar posibilidades de reducción y mejora de la eficiencia a lo largo de toda la cadena. Algunas de las medidas más utilizadas son:
- Reducción de uso de electricidad, energía y agua, tanto en los procesos de producción como en los almacenes y establecimientos para la venta.
- Aprovachemiento energético de residuos orgánicos.
- Uso de energías renovables.
- Ecodiseño y mejoras técnicas, por ejemplo, en el envasado. Según el producto, el envase puede suponer desde un 15 a un 80% de la huella de carbono.
15% de la Huella de Carbono
30-70% de la Huella de Carbono
- Realización de análisis de ciclo de vida (ACV) para conocer las posibilidades de reducción de emisiones.
- Estudio de huella de carbono e implementación de planes de reducción.
- Ecodiseño de embalaje para mayor eficiencia en transporte y uso de materiales.
- Proyectos de sensibilización de proveedores, empleados y clientes.
- Optimización del transporte: co-entregas, consolidación de centros de distribución y almacenes, o gestión de destinos de los productos (Supermercado ASDA cambia el origen de sus plátanos de Centro América a Canarias, para reducir la huella de carbono).
- Fomentar métodos de transporte con menor generación de emisiones, como el tren o el barco.
- Ecoetiquetas. Entre las posibilidades de etiquetado ecológico se encuentras las etiquetas de huella de carbono, puestas en marcha por la ONG Carbon Trust en el 2006, y que informan al consumidor sobre la cantidad de CO2 emitida por el producto. Son utilizadas por empresas como PepsiCo (productora de productos como Walker's Crisps y Tropicana) y el supermercado TESCO, aunque éste abandonó las ecoetiquetas en el 2011 debido a 'altos costes de gestión y poca colaboración de otros supermercados'.
Algunos de los líderes en prácticas ecoeficientes son Carrefour y la cadena británica Sainsbury's. Ésta última lidera las iniciativas de responsabilidad medioambiental en Reino Unido, con la introducción de grandes medidas para reducir su impacto en el medio ambiente y la huella de carbono de la empresa. Entre sus iniciativas destacan la colaboración con agricultores porveedores de productos lácteos y de carne, implementando prácticas de agricultura sostenible y de incremento de la productividad de las cosechas. Además, Sainsbury's introdujo un plan de reducción de huella de carbono mediante el uso de CO2 como refrigerante, sustituyendo a los gases sintéticos de efecto invernadero utilizados habitualmente.
Éstas medidas son cada vez más comunes entre las empresas agroalimentarias, ya que sus beneficios son muchos y variados, desde mejora de imagen corportiva, hasta el ahorro de costes.
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