En relación a las
últimas noticias que se han publicado en los medios con relación a esta técnica
que se está llevando a cabo ya en algunos países como Estados Unidos hemos
sabido esta semana que el Gobierno español ya se ha puesto manos a la obra para dar cobertura
legal al polémico fracking, nombre con el que se conoce la extracción de gas
no convencional mediante fracturación hidráulica. El Consejo de Ministros
aprobó el 1 de marzo un anteproyecto de ley sobre sistemas eléctricos en el que
incluyó un apartado de control ambiental para esta técnica. Será obligatorio
someter esos proyectos al procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental.
Este viernes, solo 15 días después, el anteproyecto ya era proyecto de ley y
empezaba su tramitación.
Concretamente en
Asturias, Gas Natural-Fenosa, en alianza con Hunosa y con la firma de
ingeniería Vancast, ha pedido al Principado un permiso (llamado «Viñón-1») para
perforar en un punto del concejo de Villaviciosa situado a seis kilómetros de
la capital y cerca del límite de Cabranes. El proyecto consiste en realizar un
sondeo con el propósito de conocer si en formaciones rocosas situadas hasta a
3.000 metros de profundidad existen reservas explotables de gas. Según las fuentes
consultadas, los primeros indicios no son muy buenos y la investigación podría
ser abandonada prematuramente, pero no hay confirmación oficial. Las mismas
compañías comparten otros intentos para examinar, en territorio de Morcín,
Gijón y Siero, si resulta viable extraer gas de capas de carbón.
Pero… ¿Qué es el
"fracking"? y ¿Cómo funciona?
La
técnica para extraer gas natural de yacimientos no convencionales se denomina
fracking. Se trata de explotar el gas acumulado en los poros y fisuras de
ciertas rocas sedimentarias estratificadas de grano fino o muy fino,
generalmente arcillosas o margosas, cuya poca permeabilidad impide la migración
del metano a grandes bolsas de hidrocarburos. Para ello es necesario realizar
cientos de pozos ocupando amplias áreas (la separación entre ellos ronda entre 0,6
a 2 km) e inyectar en ellos millones de litros de agua cargados con un cóctel
químico y tóxico para extraerlo.
¿Cuáles
son los principales problemas de la fractura hidráulica?
Este
proceso conlleva una serie de impactos ambientales, algunos de los cuales aún
no están plenamente caracterizados o comprendidos, entre ellos contaminación de
las aguas subterráneas, contaminación atmosférica, emisión de gases de efecto
invernadero (metano), terremotos (sismicidad inducida), contaminación acústica
e impactos paisajísticos. Además de estos impactos, también se debe tener en
cuenta los relacionados con el tráfico de camiones para transportar el gas
extraído, el consumo de agua y la ocupación del territorio.
La cuestión de fondo es ¿para qué queremos más gas? Por mucho gas que
pudiésemos encontrar en España con el fracking, los recursos energéticos que
tenemos en abundancia son las energías renovables. Estas son tecnologías que ya
tenemos y con un sector empresarial y tecnológico dispuesto a aprovecharlas.
Puesto que estudios demuestran que
podemos alcanzar un sistema energético totalmente basado en renovables, es
absurdo acometer una nueva búsqueda de otros combustibles fósiles con
potenciales graves impactos para el planeta. Además, se corre el riesgo de
desviar los recursos y los esfuerzos que deberían ir hacia las energías
renovables y a la eficiencia energética.
Los promotores del
fracking prometen importantes ventajas incluso para el medio ambiente. Pero detrás
se esconde una cuestión puramente económica, de la que ya existen denuncias por
especulación al estar creándose una burbuja con la que hacer negocio. Aunque el
“fracking” tuviera éxito, lo único que se produciría es prolongar la
dependencia de los combustibles fósiles, que son limitados e incompatibles con
el clima. Cuanto más combustible fósil quememos, mayor serán los efectos del
cambio climático. En relación a las
últimas noticias que se han publicado en los medios con relación a esta técnica
que se está llevando a cabo ya en algunos países como Estados Unidos hemos
sabido esta semana que el Gobierno español ya se ha puesto manos a la obra para dar cobertura
legal al polémico fracking, nombre con el que se conoce la extracción de gas
no convencional mediante fracturación hidráulica. El Consejo de Ministros
aprobó el 1 de marzo un anteproyecto de ley sobre sistemas eléctricos en el que
incluyó un apartado de control ambiental para esta técnica. Será obligatorio
someter esos proyectos al procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental.
Este viernes, solo 15 días después, el anteproyecto ya era proyecto de ley y
empezaba su tramitación.
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/03/16/actualidad/1363471123_789066.html
Concretamente en
Asturias, Gas Natural-Fenosa, en alianza con Hunosa y con la firma de
ingeniería Vancast, ha pedido al Principado un permiso (llamado «Viñón-1») para
perforar en un punto del concejo de Villaviciosa situado a seis kilómetros de
la capital y cerca del límite de Cabranes. El proyecto consiste en realizar un
sondeo con el propósito de conocer si en formaciones rocosas situadas hasta a
3.000 metros de profundidad existen reservas explotables de gas. Según las fuentes
consultadas, los primeros indicios no son muy buenos y la investigación podría
ser abandonada prematuramente, pero no hay confirmación oficial. Las mismas
compañías comparten otros intentos para examinar, en territorio de Morcín,
Gijón y Siero, si resulta viable extraer gas de capas de carbón.
http://www.lne.es/economia/2012/12/03/fracking-llama-puerta-asturias/1335772.html
Pero… ¿Qué es el
"fracking"? y ¿Cómo funciona?
La
técnica para extraer gas natural de yacimientos no convencionales se denomina
fracking. Se trata de explotar el gas acumulado en los poros y fisuras de
ciertas rocas sedimentarias estratificadas de grano fino o muy fino,
generalmente arcillosas o margosas, cuya poca permeabilidad impide la migración
del metano a grandes bolsas de hidrocarburos. Para ello es necesario realizar
cientos de pozos ocupando amplias áreas (la separación entre ellos ronda entre 0,6
a 2 km) e inyectar en ellos millones de litros de agua cargados con un cóctel
químico y tóxico para extraerlo.
¿Cuáles
son los principales problemas de la fractura hidráulica?
Este
proceso conlleva una serie de impactos ambientales, algunos de los cuales aún
no están plenamente caracterizados o comprendidos, entre ellos contaminación de
las aguas subterráneas, contaminación atmosférica, emisión de gases de efecto
invernadero (metano), terremotos (sismicidad inducida), contaminación acústica
e impactos paisajísticos. Además de estos impactos, también se debe tener en
cuenta los relacionados con el tráfico de camiones para transportar el gas
extraído, el consumo de agua y la ocupación del territorio.
Los promotores del
fracking prometen importantes ventajas incluso para el medio ambiente. Pero detrás
se esconde una cuestión puramente económica, de la que ya existen denuncias por
especulación al estar creándose una burbuja con la que hacer negocio. Aunque el
“fracking” tuviera éxito, lo único que se produciría es prolongar la
dependencia de los combustibles fósiles, que son limitados e incompatibles con
el clima. Cuanto más combustible fósil quememos, mayor serán los efectos del
cambio climático.
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