Las
empresas que cuentan con una política de responsabilidad con el medio ambiente
crecen en Europa, estableciéndose una demanda para este tipo de productos que
prometen el mínimo impacto ambiental. En los últimos años, se han ido sumando
empresas de belleza y cosmética, presentando productos responsables con el
medio ambiente, buscando atraer a consumidores concienciados con el medio
natural.
Clarins
acaba de presentar su nuevo perfume, un Eau de Toilette que respeta el medio
ambiente creado con componentes naturales y que cuenta con un nuevo envase
revisado y rediseñado de manera ecológica. Este nuevo sistema significa un
ahorro de agua del 15% para el frasco de tamaño de 100ml, 24% para el de 200ml
y de hasta el 63% para el de 500ml. Clarins
estima la reducción de emisiones de CO2 y residuos en un 3-60%,
dependiendo del tamaño de la fragancia. Además, las cajas de empaquetamiento
provienen de bosques explotados de manera sostenible, el envase está fabricado
con materiales fácilmente reciclables y se han suprimido los folletos de
instrucciones, imprimidas sobre los propios envases.
Empresas
conocidas como The Body Shop utilizan
su política de responsabilidad con los animales como parte de su atractivo. En el
futuro, las empresas de cosmética pueden buscar también un hueco que aprovechar
en el mercado del eco-diseño. Sin embargo, esto dependerá de la demanda del
consumidor, en su mayoría desinformado sobre los daños medioambientales
derivados de los productos cosméticos.
Algunas grandes empresas
como L’Oréal y Garnier ya cuentan con sistemas de gestión ambiental implantados en
los últimos años. L’Oréal está
comprometida a reducir el consumo de agua, la generación de residuos y las
emisiones de CO2 en un 50% por producto, para el 2015. Ambas
empresas cuentan con certificación ISO 14001 y OHSAS en sus fábricas.
En
cuanto al consumidor, existen grupos como la ONG norteamericana Environmental
Working Group (EWG), que informan sobre los productos químicos contenidos en
muchos de nuestros artículos de cosmética, belleza, protección solar, etc. en
su página web ‘Skin Deep’ (http://www.ewg.org/skindeep/).
La página cuenta con una base de datos en la que se puede consultar los
ingredientes y el impacto ambiental de muchos productos.
En España,
la ‘belleza ecológica’ es un sector en auge. Empresas como Matarrania ( http://www.matarrania.com/web/),
de cosmética ecológica, venden productos a clientes concienciados. Matarrania se enorgullece de ser la
única marca de cosmética española que cuanta con certificación ecológica por la
Organic Soil Association.
Iniciativas
como Skin Deep puede ayudar a
concienciar a los ciudadanos sobre la contaminación creada por productos de
cosmética, así como informar sobre la belleza ecológica y permitirnos realizar
decisiones en función de la responsabilidad medioambiental de cada empresa.
Annie
Leonard, experta estadounidense sobre ciclo de vida, desarrollo sostenible y
salud ambiental, nos explica en su vídeo, ‘La Historia de los Cosméticos’, los
daños causados por los compuestos químicos utilizados en productos cosméticos,
tanto para la salud como para el medio ambiente. Es parte de una campaña de
concienciación para aumentar los controles del gobierno de EEUU sobre los
químicos utilizados en productos de belleza.
